FAPAS LOCALIZA EL PRIMER NIDO DE VELUTINA COMIDO POR UN OSO
Estos días en las visitas de campo para detectar la presencia osera, hemos localizado en los montes de Somiedo el primer caso de un nido de avispa velutina que ha sido comido por un oso.
Estos días en las visitas de campo para detectar la presencia osera, hemos localizado en los montes de Somiedo el primer caso de un nido de avispa velutina que ha sido comido por un oso.
Después de la preparación de la finca, de la que ya os hablamos unos días atrás, llega la hora de plantar los frutales.
La recuperación del oso pardo en las montañas cantábricas ha comenzado a generar algunos problemas que deberían tenerse en cuenta en la futura estrategia de conservación. Sin embargo, no es así, se abandona toda línea de trabajo para evitar favorecer la presencia osera en los entornos rurales.
Al mundo de la conservación se le ponen los pelos de punta cuando ve una máquina en el monte, es sinónimo de destrucción. Pero las máquinas del FAPAS crean biodiversidad.
Desbroce, poda, arreglo del cierre perimetral...ya casi está lista nuestra finca para empezar con la plantación de alta montaña con 400 frutales escogidos para alimentar al oso y aportar diversidad en el hábitat del urogallo.
Los bosques de la cordillera Cantábrica están formados por grandes masas forestales de haya y roble, pero también esconden los menos abundantes encinares que también son el hábitat de los osos.
Desde hace seis meses, la juez que lleva el caso de la muerte del oso Cachou ha decretado el secreto de sumario. FAPAS junto con IPCENA se han personado en el caso de este oso muerto.
Unos días después de la celebración de la actividad con los voluntarios de la estación, pasamos a comprobar su estado.
El oscuro proyecto de seguimiento de lobos en Asturias parece haber terminado en fracaso o en una muerte intencionada de los lobos controlados.
La semana pasada comenzaron los trabajos de restauración ambiental de la mina de carbón que hemos comprado. Cada día, este terreno en apariencia estéril y destruido nos sorprende.
La televisión, los cuentos, la prensa, las historias y leyendas, etc, hacen que en ocasiones la fantasía se confunda con la realidad.
La minería a cielo abierto en las montañas cantábricas ha supuesto la destrucción de miles de hectáreas de hábitat de urogallo. Ahora, esos terrenos siguen destruidos o restaurados desde un punto de vista paisajístico.
Es la realidad de las montañas asturianas, puesto al descubierto por la mejor herramienta de trabajo que tiene el FAPAS, las cámaras automáticas. Así vive un lobo con un cable de acero en el cuello.
Comenzamos a desarrollar un nuevo proyecto de conservación, vinculado a una de las especies que en la actualidad está en mayor riesgo de extinción; el urogallo cantábrico.
El aporte de alimento para los buitres en nuestros muladares ha sido una gran ayuda para la recuperación de la especie.
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