Recordemos que Cachou aparecía muerto el pasado Abril, acusado de matar ganado y en primera instancia como ya estamos acostumbrados, se achacaba su muerte a una pelea con otro oso. Era el recurrente intento de no dar mayor importancia a la muerte de este ejemplar, siguiendo la estela de otros osos muertos en la cordillera cantábrica. Lo ha matado otro oso, muerte natural, caso cerrado, no hay investigación ni responsables.
La utilización fraudulenta de tapar las verdaderas causas de la muerte de osos comenzó con la población cantábrica bajo las necropsias de la Universidad de León y el apoyo de aquellas organizaciones vinculadas al oso que tienen una gran dependencia política y de las administraciones de las cuales reciben sus recursos económicos.
Una difícil situación para demostrar la verdadera realidad de por qué mueren osos en extrañas circunstancias. El oso Cachou es el primer caso en el que ese falso argumento de muertes en peleas se cae y avanza judicialmente en busca de descubrir la verdadera causa de su muerte.
RISA SARDÓNICA
Desde el inicio, las organizaciones IPCENA con sede en Lérida, asociación muy activa e independiente en la defensa de la naturaleza en Cataluña con el asesoramiento de FAPAS, denunciaron que la muerte de Cachou no era cuestión de peleas entre osos y que las imágenes que había del oso muerto, hacían sospechar una posible causa no natural.
El minucioso trabajo de investigación y preparación técnica que lleva a cabo FAPAS, incluida la realización por sus miembros de cursos sobre técnicas forenses de fauna salvaje nos permitió considerar esta circunstancia de una muerte no natural, que esperemos se resuelva cuando la justicia haga públicos los resultados de las investigaciones llevadas hasta el momento.
PERSONACIÓN EN EL PROCESO
El Juzgado de Instrucción de Vihela en Lleida, ha aceptado la personación de las dos asociaciones IPCENA y FAPAS en el procedimiento judicial, confirmando que de momento aún se encuentra decretado el secreto de sumario para el caso del oso Cachou.
Con esta personación, IPCENA y FAPAS pretenden tener la capacidad de intervenir en el proceso, interponiendo cuantas disposiciones legales consideren oportunas a fin de que el caso se resuelva con la máxima rigurosidad, dado que como vemos, existen demasiados intereses para que estos casos de osos muertos queden amparados bajo la sospecha de ser sucesos casuales de orden natural.