Este año se ha cumplido el objetivo junto con   la  empresa Land life Iberia  de incrementar las plantaciones de restauración de la mina en más de 26.000 árboles. A ellos se juntan los 4.000 plantados en la fase inicial del proyecto con el apoyo de la Fundación Banco Santander.

Para finales de junio, tendremos también finalizada la plantación de 2.000 abedules dentro de un programa experimental de  mantenimiento de taludes  con gran  nivel de degradación ambiental dentro del programa anual de plantaciones que FAPAS desarrolla con la Fundación EDP.

Cuando compramos la mina, en este talud de escombrera en los últimos treinta años apenas había crecido una hierba. Sin la más mínima presencia de materia orgánica, el suelo de  piedra compactada por la maquinaria impedía el crecimiento de vegetación.

Un sencillo  sistema de captación de agua  del embalse que hay en el interior de la mina ha permitido el crecimiento de  pinos silvestres mediante riegos totalmente autónomos. La presencia de  vegetación primaria ya es evidente. Son los perfiles  más suaves de las escombreras que comienzan a tener vida vegetal.

Este año,   con la ayuda de Land Life Iberia,  el proyecto de restauración ha dado un gran paso, incrementando en más de 26.000 árboles la reforestación que iniciamos ya hace  tres años.

El trabajo no ha sido sencillo, la mina presenta un perfil de degradación extremo, consecuencia de los movimientos de tierra para extraer durante varias décadas el carbón del subsuelo. Un perfil que no hemos querido alterar, entendiendo que en la naturaleza, de manera natural, ya se generan  terrenos escabrosos, muy útiles además para incrementar valor ambiental y biodiversidad de  vegetación y  fauna.

Pero las plantaciones más extremas se han realizado sobre las superficies donde la actividad minera ha sido más intensa. Es todo un reto plantar en la plataforma de acopio de carbón de la mina. Una superficie plana de varias hectáreas donde los camiones  y la maquinaria han compactado el suelo  en extremo.

Esta superficie plantada se convertirá en los próximos meses en un laboratorio de técnicas forestales de plantación para restaurar espacios  tan destruidos  como este. El éxito de la primera actuación que  os enseñamos en la primera fotografía de esta noticia  del Fapas Hoy, nos lleva a considerar que será posible también  que árboles plantados en un lugar tan pobre y alterado lleguen a crecer.

Aunque la mina necesita una importante intervención para recuperar  el terreno degradado, también la actividad minera  ha permitido la creación de espacios de alto valor ambiental. Aquí vemos una panorámica de la laguna surgida tras el acumulamiento de  material que ha taponado  el desagüe de un pequeño valle creado entre dos escombreras. Un lugar de excepcional valor para fauna anfibia donde la nutria campea a sus anchas.

Dos mil abedules para restaurar taludes con máximo nivel de degradación.

Para este mes de Junio está previsto terminar con  un trabajo experimental de plantación de abedules para tratar de retener taludes desnudos de vegetación con fuertes pendientes y que  con lluvias fuertes arrastran material de escombro hacia los laterales del pequeño pantano que también se encuentra en el interior de la mina y donde estamos tratando de crear otro refugio de fauna acuática.

La mina  aunque es totalmente árida, dispone también de este pequeño pantano de unos doscientos metros de largo y con una profundidad media de siete metros. Evitar su colmatación producida por la erosión de los terraplenes de la escombrera será un importante objetivo en el trabajo de restauración en el futuro.

Para ello, con el apoyo de la Fundación EDP, hemos comenzado a  realizar una plantación experimental con abedules, un árbol que  crece en suelos pobres y que  ayuda a retener el terreno con sus raíces.

El trabajo experimental consiste en realizar una plantación con cinco métodos diferentes para testar cuál de ellos es el que mejor resultado tiene para en los próximos años  incrementar a mayor escala el uso de abedules para este trabajo de retención de taludes.

La mina del FAPAS convertida en  un centro de investigación.

La Universidad de León (ULE), la asociación FAPAS y Land Life, empresa de reforestación inteligente y de precisión con sede en Burgos, han organizado  una jornada de intercambio de conocimientos en la mina de carbón a cielo abierto en la localidad de Murias de Ponjos, en el término municipal de Valdesamario (León), una área relevante de intervención ambiental por parte de FAPAS. El encuentro ha permitido a los estudiantes del Máster universitario en Investigación de la Diversidad Botánica y Zoológica de la Universidad de León conocer de primera mano los trabajos de reforestación de FAPAS y Land Life para restaurar la antigua explotación minera, y aportar su conocimiento científico al proyecto.

Seguimos siendo visitados

Cada vez las visitas del oso son más asiduas a la mina. La instalación de los colmenares  ha supuesto un gran atractivo, aunque nos tenemos que tomar la precaución de que no nos destruya las colmenas. En este caso, la función de las abejas es garantizar una correcta polinización en toda el área de restauración minera.

Hasta ahora, tenemos presencia solamente de ejemplares adultos, machos e inmaduros, machos también que se dispersan por los territorios al sur de las montañas cantábricas. Objetivo:   identificar algún día la presencia de osas acompañadas de crías. En ello estamos.

Nuestras cámaras sorprenden a plena luz del día a un ejemplar que entra en la mina a través de pequeños espacios que de manera natural han  desarrollado una mejor recuperación ambiental.

El proyecto de restauración de   la mina de carbón del FAPAS se está llevando a cabo con  la ayuda de: