El día 11 de julio de este año, un pescador alertaba de la presencia de un oso muerto en torno a un río en el concejo de Ibias en Asturias. Un día más tarde, la noticia llegaba hasta el FAPAS con más datos. El oso portaba un collar de seguimiento, suponemos vía satélite y se encontraba enganchado a un cable de acero, una típica trampa para capturar osos o jabalís en las montañas.
Más información indicaba que el SEPRONA había activado un plan de seguimiento y control con cámaras en la zona y era necesaria la máxima discreción para tratar de dar con el autor de la muerte.
Es el día 9 de Agosto, que los medios de comunicación se hace eco del hecho a través de comunicados de ONGs ecologistas de Asturias, alarmadas por el silencio administrativo.
La alarma surge también por el hecho de que el oso había sido capturado y portaba un emisor de geo localización. Las organizaciones pedían explicaciones de cómo era posible que un oso seguido vía satélite no hubiese sido localizado, o más, cómo no fue verificada su posición, seguro que con movimientos anómalos.
¿Se podría haber localizado al oso aún vivo y así salvarle la vida?. Pero no, al final el cadáver aparece muy descompuesto lo que parece indicar que el oso ha permanecido muchos días muerto sobre el terreno al lado del río hasta que fue descubierto por un pescador.
Grupos ecologistas de Asturias en un comunicado:
Los chanchullos del Gobierno de Asturias
Radio marcar fauna salvaje para aparentar trabajar en conservación, buitres, milanos, osos, lobos. En colaboración con la Universidad de Oviedo y otras instituciones, el supuesto Programa Centinela, del que no hay manera de obtener información alguna que no sea propaganda en los medios de comunicación.
¿Quién captura y marca osos?
Según la Fundación Oso Pardo esta actividad está coordinada por la Administración autonómica, la iniciativa es desarrollada por un equipo de técnicos y Agentes del Medio Natural del Principado, investigadores del Instituto Mixto de Investigación en Biodiversidad (Universidad de Oviedo – CSIC – Principado de Asturias), y personal especializado de la Fundación Oso Pardo y de la Fundación Oso de Asturias.
Ni se conoce cuantos, ni dónde, ni incidencias o problemas surgidos en los trabajos de captura. Un oscurantismo y silencio total. No es de extrañar que este caso del oso muerto en Ibias esté también bajo el ocultismo que trate de evitar responsabilidades. Estando controlado día a día a través del seguimiento del radiomarcaje vía satélite, es inaceptable que haya terminado muerto, descompuesto su cadáver, e ilocalizado por tanto experto responsable del Programa. TREMENDA CHAPUZA DE TRABAJO CIENTÍFICO, una vez más en Asturias.
Detenido el presunto autor de la colocación de la trampa
Un magnífico trabajo de investigación del SEPRONA de la Guardia Civil, ha permitido identificar y detener al presunto autor de la colocación de la trampa que capturó al oso causándole la muerte.
Siempre la información a la que se puede acceder es periodística. El Gobierno Regional de Asturias calla y no aporta información alguna manteniendo la estrategia de ocultismo en todo lo relativo a la conservación del oso pardo.
FAPAS SE PERSONA COMO ACUSACIÓN PARTICULAR
Para defender la conservación del oso pardo, es necesario personarse en el proceso judicial que se ponen en marcha tras la detención del presunto autor de la muerte del oso, así lo hace FAPAS. Nuestra asociación formará parte del proceso judicial mediante la intervención jurídica de un experto abogado en materia ambiental que tratará en todo momento que el autor del delito sea condenado y evite que el proceso sea manipulado por otros intereses que los hay.
De momento, la Administración Regional no está personada, un hecho que pone de relieve como en otros casos de furtivismo su nulo interés por defender la naturaleza. Es una estrategia que en ocasiones lleva a que de facto, los presuntos autores sean defendidos indirectamente por la Administración al no ser acusados, ya que la Administración es la principal afectada por estos hechos delictivos. Si no resultan condenados los denunciados no hay de manera directa responsabilidad administrativa política por causas como negligencia, dejación de funciones de vigilancia, etc.
Debemos de personarnos para evitar contaminación directa de intereses de quienes sí se personan pero en el proceso judicial invierten el papel de acusación por defensa al ser entidades con responsabilidad adquirida de alguna u otra manera por estar involucrados; en este caso en el seguimiento del oso.
Recordamos el juicio de la persecución de un oso a caballo en Palencia por parte de furtivos que lo azuzaban con sus perros de presa. En el juicio, la acusación particular de una potente fundación que trabaja en la supuesta conservación de los osos, se tornó en la más férrea defensa del presunto cazador furtivo y acusado hasta conseguir una sentencia absolutoria por cuestiones inconfesables que posteriormente fueron descubiertas.
Situaciones como este proceso judicial de la muerte del oso en el concejo asturiano de Ibias en el que FAPAS va a intervenir como acusación particular a partir de ahora, ponen también al descubierto los más oscuros intereses en temas de conservación del oso, donde el prestigio conservacionista que se trata de mantener , el manejo de muchos millones de euros de subvenciones y las publicaciones de trabajos científicos en prestigiosas revistas pueden verse salpicados negativamente por sucesos como la muerte de este oso supuestamente controlado en un trabajo científico vía satélite para protegerle.
FAPAS vigilará este proceso judicial con microscopio si es necesario para evitar el más mínimo chanchullo jurídico que impida una sentencia condenatoria del autor de la colocación de la trampa.