La abeja melífera, (Apis mellífera), es un insecto que vive en colonias y que prácticamente está desaparecida en la naturaleza, ¿Por qué no se la protege?
Un osezno se encarama encima de las colmenas experimentales de PVC.
Todos los días, FAPAS lleva a cabo algún tipo de actividad vinculada con trabajos directos de conservación de la naturaleza, hoy, 6 de septiembre ha sido con la abeja.
Desde hace años, venimos alertando de la desaparición de las abejas en su estado silvestre. Es cierto que hay muchas abejas dentro de las colmenas de los apicultores. Pero ¿y en libertad?.
Pues no, en libertad hay muy pocas colonias o estas han disminuido tanto que es difícil de localizarlas. Por mucho que lo pretendamos, mantener abejas en cautividad y manipularlas para favorecer la polinización, nunca va a poder sustituir la incidencia positiva de este insecto cuando poseía poblaciones estables y dispersas por todos los ecosistemas.
La polinización que efectuaban las colonias de abejas distribuidas en el espacio, no es comparable a lo que podemos favorecer por muchas estaciones de polinización que instalemos en el monte.
Es por eso, que desde hace años, FAPAS está desarrollando una actividad que tiene como objetivo encontrar una pequeña solución al problema. Tratamos de instalar colmenas distribuidas de manera independiente y que a su vez tengan capacidad de resistir el ataque del oso, ávido por buscar alimento a principios de año.
Hoy hemos dedicado el día a instalar un nuevo modelo de colmena experimental. Hasta ahora, aparte de las estaciones de polinización, colocábamos de manera independiente las colmenas de dos en dos sobre una estructura metálica.
En muchas ocasiones, hemos podido comprobar cómo los osos trataban de conseguir alimento y las colmenas siempre han resistido al empuje de los osos, pero en cambio, las colonias de abejas morían a causa de pequeños insectos, el ácaro de la varroa.
Así que ahora que ya tenemos bien testado el sistema anti osos, tenemos que empezar a trabajar en un sistema que también sea anti varroa.
También durante estos años hemos podido comprobar en algunas de las estaciones de alta montaña cómo las colmenas dobles (dos colmenas en una sola), que han mantenido poblaciones muy estables de abejas durante todo el año.
Así que hemos diseñado una nueva colmena con el sistema anti oso y que vamos a evaluar si también es anti varroa. Como en todas las cosas complicadas, estos trabajos necesitan de algún tiempo, en este caso al menos 2 años para comprobar la eficacia. Así que hoy ha sido el día de la primera iniciativa con la nueva colmena “tambor” del FAPAS.
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