Grandes organizaciones de conservación de la naturaleza a nivel mundial y organizaciones locales, utilizan esta nueva técnica fotográfica para trabajar en diferentes áreas de investigación y aplicación de estrategias de gestión y conservación de la biodiversidad.
FAPAS ha sido pionera en España en la utilización de cámaras de foto trampeo para trabajar en la conservación del oso pardo.
Hoy, estas cámaras aprovechan tecnologías que estaban a años luz de nuestros inicios. Las primeras cámaras que FAPAS utilizó eran analógicas, es decir, llevaban aquel antiguo sistema de carretes de fotos que había que recoger, llevar a revelar y después de una o dos semanas, ver qué había pasado por delante de la cámara.
Hoy, la última tecnología nos permite, incluso con cámaras de vídeo, ver en tiempo real qué pasa por un determinado sitio. Esta mejora tecnológica permite obtener una información mucho más precisa de aquellos aspectos que estamos investigando y por tanto contribuir con mayor eficacia a la protección de los osos.
Años 80, Alfonso instala una primitiva cámara de foto trampeo acoplada ya a un procesador para capturar imágenes de osos. Con estas cámaras se descubrieron aspectos que se desconocían de la ecología del oso. Por ejemplo, su gran vinculación con los árboles del bosque, utilizados para dejar sus marcas y comunicarse con otros individuos de su especie.
Un oso adulto activa la cámara de foto trampeo, pisando sobre una placa oculta en el suelo. Descubrimos la gran relación de los osos con los árboles. Se abrazan, rascan y desgarran para dejar sus señales de comunicación con otros osos.
O descubrimos los primeros movimientos de grandes distancias recorridos por un oso utilizando territorios mucho más grandes de lo que se pensaba en aquellos años, ya que se creía que los osos eran territoriales. Estos criterios fueron utilizados para realizar los primeros censos de osos y por tanto no eran válidos, ya que los grandes recorridos que hacían los osos machos confundía a los investigadores que terminaban contando a los mismos ejemplares en sitios diferentes, incrementando de manera falsa el número de ejemplares y dando lugar a un ceso erróneo..
En la foto nada anormal en apariencia. Pero la vieja cámara nos permitió descubrir que este macho fotografiado en la provincia de león, había nacido en Somiedo, ya que llevaba un crotal en su oreja después de haber sido capturado cuando era una cría.
LA UTILIDAD DEL FOTO TRAMPEO EN LA ACTUALIDAD
Si las viejas cámaras ya fueron de gran utilidad, la actual técnica de captura y envío de imágenes permite indudables objetivos. FAPAS lleva más de veinte años llevando a cabo un seguimiento de las hembras reproductoras, clave para conocer la evolución de la población osera.
Para ello es absolutamente necesario conocer una de las circunstancias de mayor complejidad en la biología de los osos cantábricos, la reproducción y su supervivencia.
El trabajo continuado de FAPAS es el único que se desarrolla en la actualidad en las montañas cantábricas y que permite conocer la supervivencia de las crías nacidas cada año. Sin este dato, los censos se han llevado a cabo mediante el control de osas acompañadas de sus crías y se ha dado por válido el incremento poblacional en función de esta circunstancia. La población crece según el número de nuevos ejemplares nacidos.
Pero esto no es así. El crecimiento de la población no se corresponde con el número de hembras reproductoras vinculado a las crías que nacen cada año. Hay pérdidas de adultos o jóvenes y especialmente, hay una menor supervivencia de las crías, circunstancia que es afín a otras muchas especies de la fauna salvaje. No todo lo que nace sobrevive.
Para determinar esta situación, evaluamos los datos del trabajo de campo de FAPAS en este pasado año 24, vinculado a una de las áreas de mayor presencia osera. No al conjunto de la población distribuida por las montañas cantábricas y las áreas ya más al sur en Castilla Y León.
En el área central de la población occidental se ha llevado un esfuerzo de campeo de 1,568.02 km y 331 salidas de campo.
Se han procesado 7.781 fotografías de oso pardo, procedentes de 49 estaciones fotográficas, con cámaras dispuestas “al paso de fauna”, y 11,883 días de funcionamiento efectivo.
-Hembras reproductoras (zona central de Asturias. Población occidental)
El año 2024 termina con la identificación de 24 grupos familiares, y 47 oseznos nacidos (12 desaparecidos en el primer año de vida), lo que representa algo más del 25% de los nacidos,
A ello sumaremos los osos muertos y habrá que valorar las posibles muertes en el segundo año de vida de los supervivientes. Si bien esto es más complejo ya que se independizan de las madres y su seguimiento es más aleatorio y difícil de controlar mediante cámaras.
En todo caso, se demuestra que no es posible hacer censos o dar datos de incremento poblacional fiables, (tal como se están dando) valorando solamente como incremento poblacional el número de crías que se llegan a identificar, muchas veces en avistamientos, bien sea por técnicos o por aficionado a la observación de osos.
El control de hembras reproductoras en la cordillera Cantábrica no es sencillo. Muchas de las hembras viven en espacios forestales muy densos que incluso no llegan a abandonar, lo que impide ser localizadas por otros métodos que no sean el foto trampeo, como las esperas o avistamientos en espacios abiertos y a grandes distancias.
Si te interesa la conservación de la Naturaleza y especialmente la protección del oso pardo, FAPAS es la única ONG profesional independiente que trabaja en su conservación desde hace más de cuarenta años. Colabora en mantener este trabajo independiente.