Durante  cuatro meses, hemos trabajado en  una zona central de Asturias en prevención de daños de lobo a ganado vacuno. La experiencia ha sido lo suficientemente interesante como para ponerla de nuevo en práctica en otra zona de Asturias donde las reclamaciones por daños de lobo son muy intensas.

Concejo de Grado, en el centro de Asturias, zonas de  pasto de vacas  con reclamaciones de   ataques de lobo a los terneros. Instalamos  el cercado experimental.

Resultado del trabajo de prevención.

Durante los meses previos a la instalación del sistema, el propietario había reclamado  varios daños de  ataque de lobo a los terneros.

Una vez instalado  el cierre, fue utilizado  para mantener dentro de él a los terneros nacidos esta primavera. Durante todos los meses que   se mantuvo, no se produjo ningún daño a ganado en la finca.

El cercado fue desmontado ya que la finca deja de tener ganado para favorecer el crecimiento de la hierba con vista a la siega en el verano.  Nuestra intención es continuar con las pruebas de este sistema en esta zona el año que viene.

 

ORIENTE DE ASTURIAS

Es la zona más “caliente”  con las reclamaciones de daños por ataques de lobo.  FAPAS recibe un aviso de la presencia de lobos en un entorno humanizado del Concejo de Cangas de Onís, fincas que lindan con la carretera donde hay un intenso tráfico  de acceso a Covadonga.

Las cámaras instaladas  por el propietario en la finca donde  han aparecido varias ovejas muertas demuestran que efectivamente hay presencia de dos lobos.

Como vemos las muertes a ganado se  producen en lugares que hace años  harían inverosímil creer que en estas zonas hubiera lobos.

La cuestión es averiguar si estos lobos son el resultado de  una población muy alta, o es el resultado de una gestión anárquica de la Administración de Asturias matando todo lo que se le ponga a tiro y dejando grupos de lobos desestructurados.

La ausencia de información rigurosa y científica impide aclarar estas cuestiones siendo únicamente  la información del Gobierno Regional de Asturias la que llega a la sociedad. Una información posiblemente sesgada y  sin independencia ya que el propio Gobierno de Asturias ha prohibido el desarrollo de  trabajos científicos fuera de su control.

Lo que está muy claro es que los daños de los lobos son una realidad, posiblemente  en muchas ocasiones  condicionados por  la negativa gestión que se hace con esta especie, pero que existen alternativas para  comenzar a trabajar en  mecanismos de  conservación  de la fauna y a la vez de  protección de los intereses ganaderos. Desde el FAPAS vamos a intentar demostrar que es posible.