FAPAS - TESTANDO LA EFICACIA DE LA PROTECCIÓN DE COLMENARES

En doce años, solo en una ocasión una osa entró en un colmenar de FAPAS aprovechando que se quedó sin electricidad. Todos están situados en zonas de alta presencia osera, construidos con el mismo sistema de protección, demostrando una eficacia que este mes de Agosto hemos vuelto a comprobar.

Este mes, al visitar una propiedad de FAPAS donde teníamos varias colmenas sin proteger, nos encontramos con la sorpresa de que el oso había llegado hasta la casa y así es como quedaron.

No ha sido difícil ver quién era el intruso ya que recompusimos algunas de las colmenas y durante varias noches, un gran macho acudía a alimentarse con su ración diaria de sabrosa miel del FAPAS.

“Brutus”, es uno de los machos dominantes que este año ha estado cortejando a una joven hembra en las montañas de Teverga, bien conocido nuestro ya que lo hemos estado controlando durante toda la primavera y el verano.

Sin embargo y pese a su permanente presencia en la propiedad de FAPAS, el oso no ha tocado ni una sola colmena de la estación de polinización que está al lado. La protección eléctrica se lo impide.

Tan solo 98 metros de distancia hay entre las colmenas que Brutus se ha zampado y la estación de polinización con cuarenta colmenas en su interior y que ni tan siquiera se ha acercado a ellas. Es un veterano de la zona y conoce perfectamente que a estas colmenas le es imposible acceder mientras tengan el sistema eléctrico funcionando.

¿Por qué los llamamos “Brutus”?.

Fijaros cómo nos ha dejado una de las colmenas de PVC que pensábamos irrompibles. Más bien parece una lata de sardinas, hay que rediseñar el sistema de colocación de la tapa superior. Eso sí, la segunda tapa de seguridad impidió que metiese la zarpa en la zona de reproducción de la colmena.

Y al lado de la colmena de PVC, otra estación de polinización de FAPAS que vemos con claridad que Brutus intentó escavar a ver si podía colarse por abajo del sistema de protección. Imposible.