Como ya sabéis entre las misiones de FAPAS se encuentra la reforestación y el proyecto frutos para el oso, donde nos encargamos de plantar distintos tipos de árboles y frutales autóctonos para recuperar los hábitats de las distintas especies que viven en el Principado.
En estas plantaciones utilizamos distintos medios para proteger el crecimiento de los futuros árboles, uno es el cierre de las fincas hasta la edad adulta de las plantas, también usamos sistemas como los tubex y de forma más habitual, los protectores tipo cactus, que están dando un resultado excelente.
Pero aunque estos procedimientos les ayudan a correr menos riesgos, la vigilancia es necesaria debido a que en algunas ocasiones los fuertes vientos, las lluvias torrenciales, o algún animal de la zona, tumban los protectores y las plantas poniendo en riesgo su desarrollo.
Por ello nos desplazamos de tanto en tanto a comprobar que todo está correcto y a realizar labores de mantenimiento. Poner testigos a los que se han doblado, reponer los protectores dañados, desbrozar las zonas que están siendo tomadas por la maleza para que los árboles tengan espacio y luz. Asegurarnos de que nuestros árboles salen adelante, es asegurar futuro.