El día nos recibe con el vivero cubierto por un manto blanco de hielo que hace crujir la hierba y torna resbaladizo el suelo semicongelado, una brisa gélida se encarga de que se nos quite el sopor mañanero y de paso también las arrugas con este frío que estira la piel.
Y es que, de estar con un tiempo primaveral...a vernos envueltos en uno de los inviernos más duros de los últimos años. Sin embargo, a pesar de las temperaturas gélidas que está trayendo Filomena, los nuevos árboles del Campus Universitario de Gijón resisten y se adaptan a su nuevo entorno. Además, podéis estar seguros de que el equipo de FAPAS se encargará de velar porque sea así.
En esta última revisión pudimos comprobar que a pesar de las fuertes heladas de estos días...todos siguen progresando en su adaptación de forma adecuada.
Proyecto financiado por: