Para descubrirlos, no es necesario ser un experto, pero para identificarlos, ya hay que tener un poco de conocimiento.
Aunque en muchas ocasiones, la experiencia ya te dice dónde vas a poder encontrar esos rastros y señales que te permiten descubrir la vida de la naturaleza, la presencia de la fauna salvaje.
Ahora en verano, nos refrescan estas huellas de lobo en la nieve.
Y estos agujeros. Claro, los descubrimos dentro de un viejo hayedo de montaña, son los signos de que aquí habita el Pito negro.
El viejo cerezo aparece desarbolado en su parte superior, las ramas rotas y las hojas secas. Descubrimos que el oso se ha subido a comerse las frutas.
Barro abundante, perfecto para que se queden marcadas las huellas de quienes transitan por aquí. Son de jabalí, es fácil descubrirlas.
Papeles en el bosque, ¿cómo identificamos al que ha dejado este indicio en la naturaleza?.
Ayer ha empezado la temporada de caza en Asturias. Así que ya sabemos a quién corresponde este indicio; un cazador.
Sí, son solo dos papeles de chocolatinas, quizás para pillar un poco de energía para seguir con la jornada de caza. Pero son un símbolo de los cientos de miles de residuos de todo tipo que a partir de ahora y mientras dure la caza, dejan en el monte.
Precisamente un colectivo que cuando reciben críticas ecologistas, argumentan que ellos son los verdaderos defensores de la naturaleza.