Lamentable imagen que se repite una y otra vez en los medios de comunicación, pescadores y políticos basados en la total ignorancia y en la errónea consideración de que los ríos son propiedad de los pescadores.
Y sin embargo, las Administraciones, lejos de rechazar unas solicitudes que carecen de ningún soporte científico, aceptan el juego que se les propone. Es el juego del voto rural una vez más, imprescindible para garantizar un buen resultado en las elecciones.
A nada que se investigue, podemos descubrir con sencillez que la verdadera causa de la desaparición de los peces en muchos de los ríos de montaña, está ligado a la contaminación. Al vertido de aguas sucias procedentes de pueblos y aldeas que no tienen depuración o que ha sido hecha de manera desastrosa.
Cuando nos encontramos con un río de montaña que presenta un fondo colonizado de algas, entonces nos encontramos ante un síntoma de la contaminación que padece.
Las algas son una evidencia de los vertidos que se están echando al río, especialmente productos orgánicos, pero con ellos van añadidos todos los contaminantes que en la actualidad utilizamos en las casas, detergentes, lejías, aceites…
Una infinidad de productos que son la verdadera causa de la desaparición de la vida en los ríos.
No son los cormoranes, nutrias, garzas o demás fauna del río, es la contaminación.
FAPAS, va a dedicar tres capítulos de su programa de TV FAPAS EN ACCIÓN, a hablar de los ríos, de su estado, de que no es cierto que la fauna silvestre que habita en los ríos sea la causante de la desaparición de los peces.
Y mientras, se suceden los espectáculos lamentables, auspiciados por Administraciones como la de Asturias que no se atreven a decirle la verdad a un colectivo, el de pescadores, que no son ciertas sus acusaciones sobre la fauna silvestre.
En los ríos contaminados, quién sobra, es el pescador.
No nos podemos quedar callados ante este brutal ataque a la naturaleza de un colectivo que trata de privatizar una parte de ella; los ríos.
Vota la petición de FAPAS en CHANGE para un cambio en la política de conservación de la naturaleza.
Solicitud hecha al actual Secretario de Estado de Medio Ambiente, el Sr. Hugo Morán