FAPAS constata  un  fuerte descenso de la población de zorros en Asturias durante los dos últimos años  tras una virulenta infección de sarna.

El zorro es  normalmente una especie presente en todo tipo de  hábitats, tanto  de montaña como de entornos humanizados.  Animal oportunista  pero a la vez un infatigable  depredador de roedores que   consume en gran número  y con ello  ayuda de manera   fundamental a evitar las plagas.

Sin embargo, la mala fama del zorro asociado al ya mítico  concepto de  matar gallinas le ha llevado de la mano del hombre a ser un proscrito  haciendo  buena la creencia de que matar zorros es beneficioso para   los intereses humanos.

Lamentable imagen que se reproduce con frecuencia. Un ejemplar de zorro ha sido cazado en el interior de un espacio protegido de Asturias y expuesto a no se sabe qué miradas como escarmiento  del resto de la fauna silvestre.

El seguimiento científico que FAPAS lleva a cabo en Asturias mediante la utilización de cámaras fotográficas, permite conocer la evolución de diferentes especies salvajes. El zorro, cuya presencia es habitual en todo tipo de terrenos,  es ahora escaso, en especial en zonas de montaña donde su merma poblacional está directamente relacionada con una intensa infección  de sarna sufrida.

Durante  los años 2017 y 2018, las cámaras fotográficas  han podido comprobar esta situación,  captando imágenes de decenas de zorros en  prácticamente toda Asturias, con fuertes afecciones en su piel producidas por el ácaro que contagia la enfermedad de la sarna, enfermedad que  causa  de manera  irremisible la muerte  en los animales afectados.

Ejemplares de zorro afectados por sarna

LA NECESARIA  PROTECCIÓN DEL ZORRO

En los actuales momentos, el zorro debería de encontrarse protegido en Asturias, en especial en aquellas áreas donde se localizan intensas poblaciones de roedores que destrozan  las plantaciones de manzanos, ya que  es junto con las aves de presa, el animal silvestre con mayor capacidad de   capturar  roedores, sus presas naturales.

 

Lejos de  estar protegido y pese a la mermada  población que los zorros mantienen en la actualidad,  en Asturias sigue siendo una especie cinegética que puede ser cazado sin ningún tipo de control, incluso en aquellos terrenos donde se valla a practicar en estos momentos  la caza en media veda.

Esta situación pone al descubierto una vez más la lamentable situación por la que atraviesa la gestión de la fauna  en Asturias,  en especial  la cinegética, que carece de seguimientos científicos de sus poblaciones y  queda sometida a una presión de caza anárquica derivada de una absoluta ausencia de planificación y conocimientos por parte de la Administración asturiana.

FAPAS solicitará al nuevo Gobierno Regional  un profundo cambio en materia de conservación de la biodiversidad. No es posible gestionar la fauna silvestre de manera  anárquica, sin estudios ni trabajos científicos serios que garanticen su protección y un adecuado equilibrio de aquellas  poblaciones que  se consideran que pueden afectar a los intereses humanos.