Los hayedos son bosques que generan mucha materia orgánica, de ello dan fe las toneladas de hojas acumuladas y las miles de ramas rotas que se esparcen por el suelo, si además sumamos los desplazamientos de tierra por lluvia, nieve, paso de fauna, etc, nos encontramos que en pocos años los caminos desaparecen bajo todo este compost.
En la actualidad apenas se realizan labores de mantenimiento de caminos. Sin embargo, no era así hace unos años, en aquellos tiempos además ser utilizados de forma habitual, lo que permitía que estuvieran más despejados, se realizaban las sestaferias, donde todos los vecinos colaboraban en la limpieza y reparación de fuentes, muros y caminos.
Tanto es el abandono que sufren algunas brañas que hasta las cabañas han desaparecido bajo el matorral, años de historia de unas generaciones que si levantaran hoy la cabeza morirían de pena viendo como tanto trabajo y esfuerzo se pierden por la dejadez de sus descendientes y de las administraciones.
En la pequeña cabaña del pastor parece haberse detenido el tiempo, aún se conserva el mobiliario y algunos objetos de uso personal pero…hoy ya no hay pastores que suban a estar con el ganado, ni tampoco hay apenas ganado que paste en las praderas, los usos tradicionales han desaparecido en esta zona y nuestra misión, es darle una nueva vida.
La gran pradera servirá para aumentar la diversidad en la zona, ya que plantaremos mostajo, serval de cazadores, peral, manzano y cerezo silvestre. También los osos se verán sumamente favorecidos por esta actuación ya que los hayucos no aseguran el alimento de forma estable, cosa que no sucede con los frutales que pondremos a su disposición.
ÁRBOLES CONTRA EMISONES DE C02
La plantación de varios miles de árboles en las nuevas fincas compradas por FAPAS estarán destinados a compensar emisiones de CO2.
Supermercados Alimerka, empresa que colabora con FAPAS desde hace años, nos cede semanalmente restos de matadero para la alimentación de los buitres entre otras iniciativas, va a ser la empresa pionera que plante árboles que además de compensar las emisiones de CO2 ayudan a la protección de la biodiversidad. Son plantaciones con valores ecosistémicos puesto que además de absorber CO2 producen frutos para la alimentación de especies tan sensibles como el oso y el urogallo. Una extraordinaria iniciativa que FAPAS lleva a término con la colaboración de la empresa EULEN Medio Ambiente con la que FAPAS mantiene también una estrecha colaboración.
Se trata pués de una acción inédita en Asturias donde la economía de las empresas queda ligada a la protección de la naturaleza a través de estas plantaciones. Un proyecto que genera enormes posibilidades de recuperar y potenciar zonas de alto valor ecológico poniendo a disposición de la fauna silvestre mecanismos de conservación. Un proyecto sostenible que se aleja de los clásicos modelos de protección de la naturaleza basados exclusivamente en las subvenciones públicas. FAPAS, como desde hace 40 años, siempre innovando y manteniéndonos independientes.
ES UN PROYECTO DE
Y la colaboración de: