Allí nos juntamos con los especialistas franceses que llevan a cabo el seguimiento de la población de águilas pescadoras que ocupa en famoso Bosque de Orleans, cobijo de los emboscados guerrilleros de la Segunda Guerra Mundial.
Por fortuna, ahora es un espacio forestal donde lo que más se escucha son las motosierras. Aun así, varias decenas de águilas pescadoras tienen aquí su zona reproductiva.
El anillamiento de los pollos permite posteriormente a un pequeño ejército de observadores repartidos por Europa, descubrir y conocer los movimientos de estas aves.
Panchita, que pasa cada invierno en la ría fronteriza entre Asturias y Galicia, en el Eo, recorre los mil kilómetros que la separan de su área de nidificación, aunque sabemos que el recorrido es más largo cuando gracias a las observaciones de los ornitólogos se la descubre viajando por la costa.
El estanque de Ravoir, rebosante de peces y con tranquilidad, es un escenario natural excelente para las águilas pescadoras.
Gracias a la colocación de estas anillas tan visibles, se puede llevar a cabo un trabajo científico de gran importancia que ayuda a la conservación de la especies y de los hábitats que frecuenta.
El trabajo de seguimiento que hace FAPAS de esta especie en la costa cantábrica, permite conocer quiénes son y de donde vienen las águilas pescadoras que utilizan los nidos artificiales que estamos instalando para alcanzar la reproducción de esta especie.
PUEDES SEGUIR EN DIRECTO LOS ÚLTIMOS DÍAS DE LOS POLLOS DE PANCHITA EN SU NIDO