La población de lobos de las áreas de alta montaña de la Cordillera Cantábrica está desestructurada y presenta en algunas áreas un mínimo poblacional que es la causa del incremento de daños a la ganadería.
El seguimiento de la población de lobos en zonas de alta montaña ha permitido demostrar que la población de este depredador se encuentra en una situación crítica familiar.
Durante 2016, y entre los meses de mayo a diciembre, FAPAS llevó a cabo un estudio de determinación de presencia de lobo por impactos fotográfico en el área central de Asturias, en zonas de montaña ubicadas entre los 1.500 y 500 metros de altitud en los concejos de Teverga y Somiedo, determinando cuántos lobos pasan en un momento y de manera conjunta por delante de una cámara fotográfica instalada en zonas de hábitat de lobo con presencia permanente durante todo el año. En total se instalaron 10 estaciones de trampeo fotográfico distribuidas sobre una superficie de 20.000 hectáreas.
El resultado contrasta con los datos de otros estudios que establece una media de cuatro a seis lobos por grupo familiar en la Cordillera Cantábrica. Mayor diferencia se manifiesta con los datos que se dan a la sociedad asturiana, planteando que cada grupo familiar de lobos que habita en Asturias, está compuesto por unos 10 ejemplares.
En resumen:
- 56 IMPACTOS FOTOGRÁFICOS LOBO EN 2016 (las veces que las cámaras fotografiaron lobos)
- 45 IMPACTOS FOTOGRÁFICOS CON 1 LOBO AL PASO (Las veces que las cámaras solamente fotografiaron un solo ejemplar de lobo)
- 5 IMPACTOS FOTOGRÁFICOS CON 2 LOBOS AL PASO (Las veces que las cámaras fotografiaron dos ejemplares juntos de lobo)
- 4 IMPACTOS FOTOGRÁFICOS CON 3 EJEMPLARES AL PASO (Las veces que las cámaras fotografiaron tres ejemplares juntos de lobo)
- 1 IMPACTO FOTOGRÁFICOS CON 4 EJEMPLARES AL PASO (Las veces que las cámaras fotografiaron cuatro ejemplares juntos de lobo)
TOTAL IMPACTOS FOTOGRÁFICOS LOBO AL PASO: 74
MEDIA PROPORCIONAL DE EJEMPLARES POR IMPACTO FOTOGRÁFICO: 1,321
1,321, se interpreta como el número de ejemplares de lobo que componen un grupo familiar en determinadas áreas de montaña de Asturias, basado en los hábitos ecológicos del lobo de recorrer en grupo los territorios donde habitan para obtener alimento.
Aunque este es un dato que no puede ser extrapolado al conjunto de la Cordillera Cantábrica, incluso en el propio territorio donde se ha desarrollado el estudio puede de manera puntual producirse la presencia de un grupo de lobos más numeroso procedente de Castilla, es en todo caso un indicador muy expresivo de la situación que existe en territorios de montaña de manera constante, en relación con la estructura familiar del lobo, especie que depende de esa estructura para sobrevivir.
A mayor número de ejemplares del grupo familiar de lobo, mayor capacidad de captura de presas silvestres, menor presión sobre ganado doméstico.
A menor número de ejemplares del grupo familiar de lobo, la modificación del comportamiento de caza se orienta hacia la captura de presas fáciles, incremento de ataques a ganado doméstico.
La gestión caótica que se ha llevado con la población del lobo en Asturias durante los últimos seis años, es sin duda, la responsable de la situación actual, derivada de una pérdida muy importante de la estructura familiar del lobo que impacta sobre territorios más bajos y cercanos a la costa.
Quizás, el dato más relevante es que la falta de estructura social de los lobos en áreas de alta montaña, ha obligado a la población lobuna a estructurarse sobre mínimos poblacionales, es decir, presencia de ejemplares solitarios, o como mucho en grupo de dos con hembras desperdigadas sobre territorios donde buscan sobrevivir matando exclusivamente ganado doméstico y aisladas que paren en zonas frondosas, muy abundantes en especial en la zona costera de la región.
Una interpretación fiel de lo que desde un punto de vista ecológico está sucediendo con el lobo en diversas partes de Asturias, es que el Gobierno de Asturias a través de la gestión de la Consejería de Agroganadería y Recursos Naturales a la que se le retiraron las competencias en materia de biodiversidad, ha sido la responsable directa del incremento de los daños del lobo a la ganadería asturiana, al haber aplicado durante años, una gestión anárquica que ya permitía abatir todo lobo que se pudiera en Asturias, centrando lamentablemente su nefasta gestión sobre las zonas de alta montaña, donde precisamente es necesaria una mayor estabilidad de la población del lobo.
LOBOS EN SU HÁBITAT EN LA CORDILLERA CANTÁBRICA from FAPAS on Vimeo.