Son bastantes las especies de gran valor biológico que no se encuentran amenazadas, su abundancia es alta. Es el caso del gato montés.
Mientras que en algunos países de Europa, el gato montés es una especie escasa, en las montañas cantábricas es uno de los carnívoros más frecuentes en el listado de especies fotografiados por las cámaras del FAPAS. En algunas áreas, el gato montés supera en frecuencia de disparos fotográficos al propio zorro, una especie que sufre importantes altibajos poblaciones.
Distribuido prácticamente por todas las áreas de montaña, desde las bajas a las más altas, ocupa zonas forestales o de praderías. Sin duda, su presencia debe de estar asociada a la abundancia de sus presas, roedores principalmente, desde pequeños ratones de campo lirones.
Un gato montés lleva en la boca su presa que acaba de capturar.
Sin haber hecho un análisis profundo de la hibridación con el gato doméstico, al menos en las cámaras no salen gatos cruzados, lo que nos da a entender que no debe de haber un problema de hibridación, más allá de las áreas humanizadas, pueblos y aldeas, donde es posible ver gatos domésticos con una parecido muy similar al montés, diferenciándose principalmente por tener una cola menos gruesa y sin el último anillo característico del salvaje.
Por fortuna, el gato montés pasa muy desapercibido, no caza gallinas, no roba huevos ni captura vacas de 600 kilos de peso, así que de momento está tranquilo y no sufre la actitud creciente de agresividad contra la fauna salvaje que parece haberse instalado en algunas partes de España.
Pocas veces tenemos la oportunidad de disfrutar de las imágenes de los cachorros de gato montés, y poder verlos en su propio hábitat.
EL GATO MONTES from FAPAS on Vimeo.Próxima publicación del FAPAS