Hay muchas estrategias para trabajar en conservación de la biodiversidad. Una de ellas es la de comprar   terrenos y dedicarlos exclusivamente a la conservación, Es lo que hizo el mecenas Douglas Tompkins  que compró miles de hectáreas de tierras en la Patagonia para protegerlas

También muchos proyectos más modestos tratan de comprar áreas de gran valor ecológico y así preservarlos  en el futuro.  Nuestra estrategia  es ambiciosa pero no aspira a tener  grandes extensiones de terreno. Eso en la actual situación  del estado de la propiedad en el norte de España es imposible. 

Estación de polinización instalada en una finca propiedad de FAPAS.

El minifundio invade las montañas cantábricas y encontrar  terrenos privados  para comprar  de más de  una  hectárea de superficie es en ocasiones  difícil.  Estamos planteando la compra de alguna finca en  zonas con presencia de oso en la Omaña y nos encontramos con este parcelamiento:

Cientos, incluso miles de mini fincas privadas que fueron la base de la economía autárquica de los pueblos de montaña están ahora  abandonadas.   Identificar alguna que  sea de utilidad para plantar, instalar colmenas para polinizar o descubrir el paso del oso, que viva el propietario o que los herederos sepan dónde están sus fincas para ofrecerles 300, 500 o mil euros según sea el  tamaño es una  ardua tarea.

Sería imposible tratar de comprarlas todas, así que la opción es ir comprando pequeños terrenos diseminados por las zonas de  alto valor ecológico.

El pasado año compramos 20 fincas con una superficie de  83 hectáreas. Las de mayor superficie corresponden a la mina de carbón a cielo abierto. Otras, son pequeñas fincas de entre media y  6 hectáreas  enclavadas en lugares estratégicos de las montañas asturianas   en el Parque Natural de las Ubiñas la Mesa.

Esta finca, ubicada en el entorno de uno de los bosques de hayas más grandes de Asturias en el concejo de Teverga, ha sido comprada el pasado año y plantada con 350 árboles productores de frutos silvestres.

La compra de pequeñas fincas  intercaladas en estos paisajes de montaña, ayuda de manera extraordinaria  a contribuir con un aporte de  recursos para la fauna silvestre. Son  inversiones de escasa entidad económica que podemos reproducir a lo largo y ancho de los territorios donde habita el oso y en aquellas otras  áreas donde se está asentando después de siglos de ausencia. Esta será  nuestra línea de trabajo.

CAMPAÑA COMPRA UNA PARCELA