La principal característica de estos bosques de encinas es que se encuentran situados justo al borde del Mar Cantábrico en unos enclaves de excepcional belleza paisajística.

El proyecto, que  será desarrollado a lo largo de los próximos años a través de un Convenio de Colaboración entre el Ayuntamiento de Ribadedeva y FAPAS permitirá conocer la evolución de la fauna silvestre en aquellas áreas ocupadas actualmente por eucaliptos   que están siendo eliminados y sustituidos por especies autóctonas  que forman parte de la estructura vegetal original de  los terrenos de estudio.

Desde hace  2 años, FAPAS viene trabajando en la eliminación de los eucaliptos que compiten con la conservación del bosque autóctono cantábrico de esta zona oriental de Asturias.
En muchos casos, los eucaliptos no  pueden ser cortados para evitar que al caer al suelo   destrocen  las encinas que sobreviven bajo ellos, entonces hay que secarlos.

El suelo calizo de los acantilados marinos, inservible para los cultivos, permitió mantener  vivo este relicto bosque cantábrico de encinas de apenas unas decenas de hectáreas  que posee  un valor biológico  excepcional y que es necesario  conservar, proteger  e incrementar para evitar su desaparición.

Los entornos forestales  de  la Cueva del Pindal y  la ermita de san Emeterio, serán monitoreados con cámaras automáticas para obtener información tanto de las especies que ocupan estas áreas, como   su uso del territorio. En especial el trabajo trata de conocer en la actualidad la fauna  del relicto bosque de encinas cantábricas, una joya botánica que  subsiste residualmente en este entorno con un excepcional valor biológico.

El trabajo de FAPAS en colaboración con el Ayuntamiento de Ribadedeva y la  Fundación EDP, está permitiendo que   las áreas ocupadas por eucaliptos, sean sustituidas por formaciones vegetales donde la encina y el madroño están presentes.

Armiños 

Armiño fotografiado por nuestro compañero Ilja en el entorno  del área de trabajo de FAPAS

El trabajo de control fotográfico va a orientarse con preferencia a obtener información sobre un carnívoro presente en la zona, el armiño, una especie que presenta un alto grado de ocupación geográfica y que preferentemente ocupa   hábitats de alta montaña. Sin embargo, en Ribadedeva y otras partes de Asturias, se encuentra presente en  entornos totalmente  costeros, como es el caso del área de estudio que FAPAS va a llevar a cabo.

Ilja, trabajador de FAPAS, experto fotógrafo y  naturalista, que lleva más de  20 años trabajando en el estudio y seguimiento de las nutrias en los ríos costeros cantábricos, es el responsable del trabajo de conservación que FAPAS  lleva a cabo para la protección de este bosque de encinas costeras cantábricas.