Es lo que podríamos considerar como un acto de desesperación política ante la situación que el propio Gobierno del Principado de Asturias ha originado con la gestión del lobo y la problemática que genera en el mundo rural.
Una situación que lleva al límite del anacronismo el eslogan turístico de promoción de la naturaleza de Asturias: “Paraíso Natural” exhibiendo los lobos muertos para hacer campaña política.
Hoy, los medios se hacen eco de la exhibición por parte del Principado de un ejemplar de lobo abatido por los guardas y paseado por las calles de los pueblos.
Ayer, eran abatidos otros dos ejemplares en la localidad de El Franco, cerca de la costa asturiana.
Esta era una de las fotos aportadas por la Consejería de Medio Ambiente para testimoniar públicamente la muerte de los lobos.
Es el final esperpéntico del modelo de gestión de la biodiversidad del Gobierno Regional de Asturias, un gobierno del PSOE que ha llegado al límite de le ética ambiental para tratar de contrarrestar al adversario político, el Partido Popular que pide matar la mitad de los lobos en Asturias.