Los gobiernos de Asturias, Galicia, Cantabria y Castilla y León constituyen un grupo técnico de trabajo sobre la gestión del lobo ibérico
Matar lobos es un objetivo de lucha política de las Comunidades Autónomas. Nunca como hasta ahora, matar una especie salvaje ha generado tantos réditos políticos para conseguir el voto rural.
El Ministerio de Transición Ecológica al declarar al lobo como especie protegida, da un giro a la conservación y gestión nacional de esta especie tratando de sacarla del planteamiento político y llevarla al terreno de lo técnico y científico.
Información del Gobierno de Asturias
“Los gobiernos de Asturias, Galicia, Cantabria y Castilla y León han constituido hoy un grupo técnico de trabajo sobre la gestión del lobo ibérico en el noroeste de la península que nace con el objetivo de servir de punto de encuentro entre territorios con presencia continuada de la especie en las últimas décadas. El foro permitirá compartir el conocimiento acumulado y las experiencias de más de 20 años de gestión de la especie, coordinar acciones de estima poblacional de manera efectiva y emitir criterios científico-técnicos”.
La información del Gobierno Regional de Asturias indica que desea seguir con los controles, pero reconoce que de hacerlo incurriría en una ilegalidad.
“Asturias sigue trabajando intensamente en el ámbito de sus competencias, en cumplimiento de todas las líneas recogidas en el Plan de gestión del lobo, excepto en los controles poblacionales que han sido suspendidos temporalmente hasta que se disponga de seguridad jurídica”.
Recordemos que el Gobierno Regional de Asturias se ha apoyado en un supuesto trabajo científico llevado a cabo por la Universidad de Oviedo de captura y marcaje de lobos para eliminar grupos familiares de determinadas áreas dentro de los espacios protegidos.
FAPAS es la única organización que ha podido constatar la presencia de lobos con collares y que formaban parte de grupos familiares que han desaparecido por completo, comprobando a su vez la fuerte presencia de guardas que realizaban batidas a los lobos en estas mismas zonas.
El Gobierno de Asturias, una vez puesto al descubierto que ha llevado a cabo una gestión de lobo contraria a lo que plantea la Unión Europea, ya que contempla que la extracción de lobos solo puede llevarse a cabo después de haber agotado otras acciones como las de prevención, frena ahora su intención de seguir con los controles aunque el lobo haya sido declarado especie protegida, intención que llegó a plantear en un primer momento.
Solo el FAPAS ha podido descubrir y denunciar esta situación
Si en Asturias no hubiera existido una organización totalmente independiente como el FAPAS, nadie habría denunciado una matanza indiscriminada de lobos que se llevó a cabo utilizando perversamente un trabajo de investigación científica que se orientaba en su desarrollo hacia el trabajo de conservación. FAPAS le ha parado los pies a un Gobierno Regional que ha hecho del lobo una herramienta de lucha social en beneficio de sus intereses políticos.
Seguiremos trabajando en el monte, vigilando qué hace un Gobierno Regional que decididamente se ha posicionado en contra de la conservación de la naturaleza, que miente y engaña sistemáticamente en un intento desesperado por aparecer como buenos gestores de la naturaleza cuando día a día demuestra todo lo contrario.