La alarma saltó en la organización al comprobar que un área reforestada en el talud de la balsa de cianuro de la mina de oro de Boinas, en Belmonte de Miranda para favorecer el hábitat de los osos, había sido convertida en un pastizal para ganado.
FAPAS ha iniciado un trabajo de análisis para determinar el estado de zonas mineras donde pasta ganado. Los primeros resultados demuestran que en Asturias se está utilizando de manera generalizada las escombreras mineras para alimentación de ganado.
Los primeros resultados ha han sido comunicados por escrito a la totalidad de los Diputados que forman el Parlamento Regional de Asturias, ante la gravedad de los datos obtenidos.
METALES PESADOS.
Asturias posee una normativa que regula el uso de los suelos con presencia de metales pesados mediante Resolución de 20 de marzo de 2014, de la Consejería de Fomento, Ordenación del Territorio y Medio Ambiente, por la que se establecen los Niveles Genéricos de Referencia para metales pesados en Suelos del Principado de Asturias.
En el caso de arsénico, el nivel de referencia está establecido en 40 miligramos por kilo de terreno para suelos que no sean calizos o graníticos y su uso sea ganadero o agrícola
DENUNCIAS ANTE LA GUARDIA CIVIL
FAPAS, ante la verificación de la presencia de arsénico en los terrenos de uso ganadero que ya ha identificado, ha presentado sendas denuncias antes las Comandancias de la Guardia Civil en Oviedo y Gijón, a fin de que investiguen esta situación a todas luces irregular.
En el caso de la mina de oro de Boinás, la presencia de arsénico duplica el límite legal establecido.
Pero sin duda el más grave, se sitúa en la mina lenense de Soterraña, una antigua mina de mercurio, cuyas escombreras se encuentran abiertas y a las que el ganado accede con facilidad. Los análisis de presencia de arsénico en el suelo se elevaron hasta los 5.700 miligramos kilo. Más de 100 veces el nivel permitido.
RIESGO PARA LA SALUD HUMANA
Son muchos los estudios científicos que vinculan el consumo de carne procedente de ganado que se alimenta sobre pastos con altos contenidos de metales pesados, en especial el arsénico con un riesgo potencial alto para la salud humana.
En Asturias, que posee una enorme cantidad de pastos naturales, resulta inadmisible que por desidia y falta de control de la Administración Regional, se estén utilizando pastos que se generan sobre escombreras mineras.