Asturias volverá al antiguo modelo de gestión de la fauna basado en la captura con trampas de especies depredadoras
La utilización de trampas distribuidas por las montañas para capturar todo tipo de animales salvajes, incluidas aves de presa, está en el planteamiento que está siendo desarrollado por el Gobierno de Asturias para incidir en la disminución de predadores.
El trabajo que se pretende poner en marcha toma como referencia el último intento del Ministerio de Medio Ambiente que ha propuesto para tratar de evitar la extinción del urogallo la captura masiva de depredadores.
Acuciados por el tremendo fracaso de los trabajos de recuperación del gallo salvaje, la iniciativa conservacionista de las administraciones, se orienta hacía la eliminación de los depredadores naturales de esta especie, que los son tanto carnívoros como aves de presa.
Por su parte, el Gobierno asturiano, está solicitando ofertas para la adquisición de todo tipo de trampas para la captura de lobos, jabalís o zorros que nada tienen que ver con ningún programa de protección del urogallo.
La estrategia que se pretende aplicar encaja en el marco de la antigua campaña de extinción de alimañas creada por el Gobierno de España en el año 1953, cuando se creó la Junta de Extinción de Alimañas, un organismo que hasta que fue eliminado, permitió la caza de casi 700.000 animales, lobos, linces, buitres y demás fauna que no era considerada como cinegética.
Ahora, con este nuevo planteamiento de gestión de la biodiversidad, Asturias se convertiría en la primera Comunidad Autónoma que retoma los viejos conceptos de eliminación de depredadores, pese a que buena parte de ellos son especies protegidas y con una clara vocación de beneficio ya que se trata de depredadores que poseen en su base alimenticia a los roedores como presa principal.
La recuperación del urogallo, sin embargo ha sumido al Gobierno de Asturias y especialmente al Ministerio de Medio Ambiente en una crisis de credibilidad ambiental, por lo que poner en marcha un programa de captura de depredadores se vendería como una alternativa ante la precaria situación de conservación de esta especie.
Trampas donde pueden caer los osos.
El programa de captura de alimañas, prevé la utilización de trampas de cable de acero que aun estando orientadas para la captura y muerte de depredadores como el zorro, no evita que en el caso de oseznos, estos puedan caer también en las trampas.
Con esta iniciativa, el Gobierno Regional de Asturias da una nueva vuelta de tuerca en su estrategia de eliminación de la fauna salvaje, para minimizar el efecto que esta tiene sobre el mundo rural y que se viene aplicando con especies como el ciervo y el jabalí en las Reservas Regionales de Caza.
Pronto veremos de nuevo en Asturias los consejos e indicaciones para obtener los mejores resultados en el control de alimañas.
Asturias pone fin a 45 años de trabajo por la conservación de la biodiversidad y se desvincula por completo de los modelos de gestión de los recursos naturales que imperan bajo el auspicio de la Unión Europea.