Fernando Lastra, Consejero de Infraestructuras Ordenación y Medio ambiente, aspiraba  a suceder al actual Presidente del Gobierno de Asturias y para ello creo una  Vice Consejería de Medio ambiente cuya  finalidad era  abrir camino político al  Consejero en el medio rural asturiano.

La regla de oro política estaba en poner en marcha una estrategia de  liquidación de los espacios naturales de Asturias, disminuyendo los niveles de gestión, a la par que la erradicación del lobo, un tema  que aunque polémico en el mundo urbano, cuenta con todo el apoyo del mundo rural que a fin de cuentas  es la clave para acceder a la Presidencia del Gobierno en Asturias.

Al Consejero Lastra, le ha salido el tiro por la culata pues  matar lobos no  se ha convertido  en ese plácido paseo rural que el Consejero pensaba darse por los pueblos de Asturias recogiendo votos.

Al contrario, como se vaticinaba, matar lobos y desestructurar la población ha llevado a que los daños sobre la cabaña ganadera se hayan incrementado, con el consiguiente cabreo ganadero.

En una huida hacia adelante, la última iniciativa es reconocer el fracaso de la gestión y decidir   seguir matando lobos para  mantener una postura que no  contradiga la iniciativa política de llegar al poder matando  lobos.

Asturias pierde su referencia ambiental. En tan solo   cinco años, de ser líderes en la conservación de la biodiversidad en España, a  situarse  a la cola tercermundista de la gestión ambiental matándolo todo.

Información: LA NUEVA ESPAÑA

 

POR UN CAMBIO EN LA POLÍTICA DE CONSERVACIÓN DE LA NATURALEZA DE ASTURIAS, FIRMA LA PETICIÓN DE CHANGE