Que mueran osos forma parte del proceso natural de esta especie. Las causas pueden ser diversas, desde un proceso biológico donde la vida se acaba a un accidente fortuito en la carretera.
Pero en medio, hay otras muchas causas que relacionan la aparición de osos muertos con los riesgos que conlleva la protección de esta especie. Trampas, disparos, venenos.
Causas que suceden pero que desde hace décadas las Administraciones, apoyados por técnicos de dudosa honestidad, consiguen ocultar a la sociedad y hacer aparecer estas muertes como causas naturales.
Mantener esta actitud, asumirla y no enfrentarse a ella y a quienes la llevan a cabo, es cerrar los ojos, y en muchos casos, abrir el bolsillo para continuar viviendo del oso.