Hace poco más de un mes saltaba la alarma de un oso muerto en una trampa en el concejo asturiano de Ibias. Un pescador localizaba el cadáver de un oso que llevaba enganchado un cable de acero. Además,  el oso portaba un collar emisor para su geolocalización.

Se impuso el silencio ya que el SEPRONA había  montado un  control de vigilancia con cámaras para tratar de  identificar al cazador furtivo. Pasaron semanas y la Consejería amparada en el necesario silencio, pareció darle carpetazo al asunto, que apenas ha tenido mayor trascendencia.

La primera en hacer una denuncia pública ha sido la asociación Geotrupes, colectivo dedicado a la conservación de la naturaleza. "Hemos dejado pasar casi un mes desde estos hechos para no entorpecer las investigaciones pertinentes. Pasado este tiempo, nos parece inaceptable que tanto desde el proyecto del Instituto Mixto de Investigación en Biodiversidad como desde el Gobierno de Asturias no se haya dado a conocer este caso de furtivismo", señala la organización ambientalista. Y añade Geotrupes: "Si un collar deja de funcionar se debería emprender la búsqueda de manera automática. Lamentan la imagen que estos hechos proyectan sobre el equipo de investigación que se ocupa del radiomarcaje” (La Nueva España)

Hoy, la Consejería (no sabemos cual, a causa del caos administrativo en la gestión del medio ambiente en Asturias),  ha recogido  un oso adulto herido que se arrastraba por   prados y atravesaba un pueblo en el Parque Natural de Somiedo, para posteriormente refugiarse en un arroyo. El secretismo ha sido patente de nuevo, ni responsables de la Administración relacionados con la protección de la naturaleza  tenían conocimiento de la situación.

Secretismo científico y administrativo

En Asturias, el proyecto de radiomarcaje de osos se lleva a cabo  en el mayor de los secretos, sin información pública y ausencia total de transpariencia. Nadie  que no sea del círculo inmediato al proyecto conoce nada del mismo.

Hoy  la Administración ha vuelto a aplicar este secretismo  con la presencia de un oso herido en Somiedo. Solamente   que al haber sido localizado nuevamente por ciudadanos civiles, como en el caso del oso muerto en la trampa, la información fluye y esta vez llegaron los medios de comunicación, cuestión que hace más complicado silenciar este nuevo suceso con un oso.

El oso ha sido recogido por técnicos del Principado de Asturias y trasladado al centro de exhibición de osos de Santo Adriano, donde hay instalaciones para poder manejar un oso herido.

Enseguida  el Gobierno Regional se ha apresurado ya a  presuponer que las posibles causas  que causaron las heridas al oso están relacionadas con una pelea entre osos o un despeñamiento. Antes de nada echar balones fuera que ante  la  imposible verificación de técnicos independientes, terminará siendo lo que diga  el político de turno.

Veremos en qué termina esta historia. Mientras, y  para poder tener una mejor identificación de este ejemplar de oso,  hemos recogido muestras  de la sangre que el oso dejó al atravesar el pueblo.

Alfonso recoge muestras biológicas del  oso herido para enviar al Departamento de Genética de la Universidad de Aveiro, institución con la que FAPAS colabora desde hace ya más de ocho años, en la identificación genética de la población osera cantábrica.

VÍDEO DEL OSO HERIDO

Gracias al vídeo grabado por una persona civil,  este suceso ha podido hacerse público y evitar la opacidad del Gobierno de Asturias con los trabajos de conservación de los osos.