Los censos de osos se realizan mediante el seguimiento de osas reproductoras. La localización de osas acompañadas de crías de primer y segundo año, van dando referencia de cómo evoluciona la población.
¿Cómo va la reproducción en 2019 en nuestra área de trabajo en la población occidental?.
Nuestro trabajo se centra principalmente en lo que se considera el área de mayor reproducción cantábrica, el área central de Asturias dentro de la población occidental.
MAPA ZONA TRABAJO DEL FAPAS
En esta área, el FAPAS lleva ya casi treinta años de trabajo continuado del control del oso, no solamente el censo, también los trabajos de conservación y muy especialmente la lucha contra la presencia de riesgos para el oso como es la caza furtiva.
LOS DATOS DEL 2019
Osas con crías nacidas en el año 2018
Se han localizado 13 hembras acompañadas de crías, repartidas de esta manera:
Y en el año 2019, hasta el momento estos son los datos:
15 hembras reproductoras.
ASPECTOS A DESTACAR
La osa “Encarna” vuelve a aparecer acompañada de crías. Desde el año 2015 no se la había localizado como madre reproductora.
En algunos osos, como en el caso de Encarna, los collares tienen dibujos que permiten identificarlos con gran precisión. Ahora sabemos que esta osa tiene al menos 21 años de vida
La importancia de comprobar la pérdida de las crías.
Es el caso de la hembra reproductora de Proaza que tuvo 3 crías en 2019, ha perdido a las 3 a causa del ataque de un macho.
Dos hembras de Somiedo paridas en 2019, también han perdido a sus crías.
En Proaza, ha desaparecido una hembra adulta y sobrevive una cría. Este es un dato preocupante, pues parece raro que una osa adulta reproductora muera por causas naturales.
Finalmente, dos hembras reproductoras de Teverga que tenían que haber parido este año, no han aparecido de momento con crías, y al menos una se ha visto pero sin crías.
Este seguimiento intenso de los osos es lo que nos permite afirmar temas como que el censo anual de osas con crías y los datos que se facilitan a bombo y platillo sobre el incremento de la población osera año tras año, es intencionadamente falso ya que trata de crear una imagen favorable solo para justificar una buena gestión política, o la enorme cantidad de dinero aportado con éxito por la Unión Europea, y aunque la evolución es favorable, los riesgos continúan.
La pérdida de las crías condiciona a las hembras a entrar de nuevo en celo y volver a parir el próximo año.
Por tanto, los censos de osas que se obtienen sumando el total de hembras reproductoras durante dos años consecutivos, no pueden estar basados únicamente en contar cuantas osas con crías son localizadas cada año. Hay que tener en cuenta las que pierden la reproducción y vuelven a entrar en celo, reproduciéndose entonces de manera consecutiva durante dos años.
Los censos se falsean precisamente y de manera intencionada, al contar de manera duplicada estas hembras que paren dos años consecutivos, y lamentablemente no son una excepción.