Por ejemplo, en los años 90 en las montañas de Somiedo cuando se convirtió en Parque Natural, la reproducción osera era muy escasa, apenas unas hembras, de las últimas que quedaban en las montañas cantábricas.
Como estrategia de conservación desde la Administración Regional de Asturias, se contempló la necesidad de proteger el alimento de los osos, especialmente castaña y bellota de la competencia del jabalí.
La Administración trazó la estrategia de matar más jabalís y para ello aumento la actividad de caza, aumentando a su vez el número de batidas a realizar en las montañas donde quedaban las pocas osas reproductoras.
El resultado no se hizo esperar, la matanza de jabalís fue acompañada de la matanza de las osas. El trabajo de Alfonso sirvió para alarmar sobre la situación tan crítica.
La estrategia de matar jabalís, aumentando las batidas sin mayores posibilidades de vigilancia y control de la caza se convirtió en un auténtico desastre que casi estuvo a punto de exterminar a las osas reproductoras.
De ahí la importancia de que haya personas independientes trabajando al margen de la Administración, con colaboración, pero no dependientes y obligados a contar la historia que les interese a los políticos.
Más de 30 años censando osos: Alfonso
Miles de fotografías de osos permiten conocer la población que ha habido y la que en la actualidad