Pero para curarse en salud, el comunicado oficial ya deja caer, antes de cualquier necropsia llevada a cabo, circunstancias que apunten a posibles causas naturales.
Comunicado de la Junta de Castilla y León
Estos son los restos encontrados del oso muerto, es evidente que ha sido comido por algún depredador, pero de ahí a que esa haya sido la causa de la muerte, un oso que lo mató y luego se lo comió, hay tanta distancia como desde Fabero a Moscú. Según parece, las radiografías no identifican plomo, es decir, suponemos que presencia de proyectiles. ¿Y en la parte del cuerpo que ya no existe?, más de lo mismo, tratar de adelantar que no hay causa de muerte ilegal por furtivismo.
Lastima que en toda la zona que corresponde al hábitat del oso pardo en las montañas cantábricas, la justicia no haya aportado aún a algún juez o jueza que se tome con la misma seriedad e integridad profesional este tema de los osos muertos, tal como ha ocurrido con el caso del oso Cachou en el valle de Arán.
También es cierto que en las montañas cantábricas concurre una lamentable realidad vinculada a fundaciones supuestamente defensoras del oso que llevan años, apoyando las estrategias de las administraciones regionales, tratando de ocultar el auténtico rastro de las muertes de osos y tratando de aparecer en todo momentos como organizaciones de éxito en la protección osera, generando una gran confusión a nivel judicial en relevantes casos de denuncias por furtivismo. Esto parece que de momento en el Pirineo no se produce.