Transectos y cámaras fotográficas nos permiten conocer la situación de los osos en las áreas donde trabajamos. Son datos obtenidos a partir de un esfuerzo de trabajo.
Resultados 2018 en la población occidental
La distribución de la población osera es actualmente muy grande. FAPAS, aunque trabaja en todas las zonas, a la hora de realizar un trabajo metódico y continuado, solo puede hacerlo en parte del área de distribución, pero sin duda, es el que mayor población osera mantiene.
Durante todo el 2018 se recorrieron un total de 1943 kilómetros, distribuidos en 604 salidas de campo que discurren por el área de distribución del oso pardo del núcleo occidental en la que trabaja el FAPAS.
El esfuerzo de campeo no ha sido uniforme en todo el territorio, por lo que en el cálculo de abundancia relativa de indicios ursinos, solo hemos considerado aquellos concejos que alcanzan un valor medio de prospección (mínimo de 20 salidas de campo realizadas/111 km prospectados)
Somiedo: localización de 1 indicio cada 5.23 km prospectados.
Belmonte: localización de 1 indicio cada 5.36 km prospectados.
Teverga: localización de 1 indicio cada 5.31 km prospectados.
Grado: localización de 1 indicio cada 5.50 km prospectados.
Proaza: localización de 1 indicio cada 5.91 km prospectados.
Para poder entender estos resultados, tenemos que tener en cuenta la climatología. Las fuertes nevadas ocurridas en los meses de febrero, marzo y octubre hicieron que muchos árboles y ramas se cayeran, ocupando senderos y caminos utilizados por la fauna, por lo que los osos han dejado de moverse por los sitios habituales, dificultando la localización de sus indicios.
Hasta estos animales han dejado de utilizarlos.
La abundancia de indicios está directamente relacionada con los ritmos de producción del bosque cantábrico, y la actividad reproductora.
DATO DE REFRENCIA
Podemos ver en la tabla anterior, “Tipos de presencia ursina….” Que se ha salido al campo en 356 ocasiones y se han recorrido 1.943 kilómetros y solamente hay 1 “observación directa”.
Este dato es importante analizarlo.
En el trabajo de conocimiento del oso, ver osos posee un valor relativo. Cuando se censan osas reproductoras en espacios abiertos. Cuando se trata de evaluar el resultado de supervivencia de las crías.
En el trabajo de FAPAS, ver osos ni tan siquiera es un planteamiento técnico. Obtenemos toda la información que necesitamos por datos indirectos lo que conlleva a que el trabajo que realizamos en zonas de extrema sensibilidad para la conservación del oso no tiene ningún impacto para él.
