Es evidente que la resina que segregan los eucaliptos atrae poderosamente a los osos y, por lo tanto, convierten a estos árboles en uno de sus principales canales de comunicación. En este vídeo podemos ver como un gran oso, después de frotarse sobre las ramas de un abedul, se acerca al tronco de un poderoso eucalipto, cuyo tronco tiene totalmente machacado con innumerables marcas y señales.
Cargando...