En la ría de Villaviciosa, la rotura de los viejos diques por la fuerza del mar está permitiendo que el estuario recupere poco a poco parte de su espacio intermareal. Este territorio constituye un verdadero paraíso para las águilas pescadoras, lleno de posaderos naturales, con abundante pesca durante la pleamar, y a salvo de molestias humanas. Para acabar de invitarlas a quedarse, hemos colocado un nuevo nido artificial que pueda servir de reclamo a algún joven macho en migración, por si decide asentar aquí su territorio de cría.
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