Estimado señor Oso:
No es mi costumbre dirigir misivas a animales, ni siquiera cuando tienen apariencia de humanos. El motivo de esta carta no es otro que expresar mi preocupación por la falta de noticias sobre su paradero. Dice el consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez Quiñones, que ese es un indicio de buena noticia. Vamos, que sigue usted vivo por esas montañas de Dios a pesar de que un cazurro le propinó un escopetazo. Ande usted con cuidado por esos territorios. No se fíe para nada de que están sometidos a protección especial. Los delincuentes, los furtivos, los malos cazadores, sin alma ni sensibilidad, ávidos de satisfacer su vanidad y sed de sangre con trofeos, campan a sus anchas.
Le prevengo, estimado plantígrado de que de los once osos muertos o tiroteados en la zona oriental desde el año 2000, ocho lo han sido en Palencia. Triste bagaje, como puede suponer. Y es que por estas tierras debe haber mucho señorito de montería que se cree el cacique de “Los Santos Inocentes” que con tanta maestría encarnó Juan Diego en la película de Mario Camus.
Sé, estimado amigo, que a usted le dispararon en la Reserva de Caza de Fuentes Carrionas que, como antes dije, goza de protección. No se fíe. En su día se llegó a modificar esa protección para propiciar una estación de esquí que luego no prosperó. Y aunque el 99,99 por ciento de los que tienen que velar porque se cumpla la ley en la zona, así lo hacen, hay algún indeseable que incumple con su obligación. Le cuento: hubo un celador mayor que acabó en los juzgados y expedientado por colaborar en batidas ilegales. Ese el ambiente en el que usted se mueve señor Oso. Y es que a usted le llaman animal y a los de mi especie, humanos.
Pero a veces se tornan los papeles y son noticia animales que disparan a osos, dicen que pensando que son jabalíes, exhiben en fotos a lobos que han atropellado o despeñan por un barranco a un jabalí utilizando palos. Supongo que usted, señor Oso suscriba lo que dicen los conservacionistas y a lo que yo me sumo sin ambages: no puede ser que la administración permita la realización de batidas en zonas críticas para la conservación del Oso Pardo y que luego presuma de la conservación de esta especie protegida. Poco más que decirle porque en la radio el tiempo es oro.
Deseando que se haya recuperado de las heridas que le propinó un mal cazador, le envío un cordial saludo y la constatación de la absurda crueldad humana.
http://cadenaser.com/emisora/2017/12/04/radio_palencia/1512377508_729064.html